31 agosto, 2009

Estamos de vuelta


Después de un mes de vacaciones, mi despertador ha vuelto al trabajo y me ha devuelto a la realidad del día a día. Muchas son las personas que sufren en estos primeros días de trabajo y vuelta a la normalidad, algo normal y natural. No hay que alarmarse por pasar unos días de insomnio, irritabilidad, falta de concentración o angustia. Todo suele solucionarse después de tres o cuatro días a lo sumo. Éstas son las consecuencias de la vuelta a la rutina, que suele tener mayor o menor incidencia según la persona. Normalmente son las personas con alguna patología psicológica previa, las personas inseguras o muy perfeccionistas las que suelen pasarlo peor.

La solución pasa por recobrar poco a poco la rutina, sin prisa pero sin pausa. Se recomienda:
- No volver el día antes de ir a trabajar si se ha estado de viaje.
- No intentar ponerse al día y adelantar todo lo que no se ha hecho durante el mes, sino darse tiempo para ponerse al día.
- Ir acostumbrándose poco a poco a los hábitos de comida, sueño, etc.
- Planificar los futuros momentos de ocio (fines de semana y otras actividades de ocio).

Si se está a gusto en el trabajo será menos duro ya que tendremos nuevas ideas en la mente y nuevos proyectos a llevar a cabo. Si el trabajo es más bien una obligación, la vuelta será más dura.

Desde estas líneas quiero dar ánimos a todos aquellos que en estos días sufrimos el llamado "estrés postvacacional" y que echamos de menos aquellos días de sol y playa sin más preocupación que la de ver la previsión del tiempo para el día siguiente.

Estamos de vuelta,